La banca sigue inmersa en la limpieza de su balance y está acelerando la desinversión en activos inmobiliarios al calor de la recuperación del sector.
Ya 2017 fue un año récord para la venta de inmuebles adjudicados y préstamos de dudoso cobro, y si el escenario actual no se complica, todo apunta a que 2018 renovará su récord. ¿El motivo? Si durante todo el ejercicio pasado el sector financiero se quitó de encima cerca de 51.000 millones de euros, la cifra en lo que llevamos de año ronda ya los 45.000 millones de euros.
A dicho montante se podrían sumar otros 10.000 millones de euros que se traspasen en este segundo semestre del año, y los expertos no descartan que en la segunda mitad de año se puedan vender otros 15.000 millones. Así pues, la desinversión total de ladrillo de los bancos en 2018 podría elevarse a 70.000 millones de euros.
La cifra no es baladí, sobre todo si tenemos en cuenta que hay firmas que estiman que en toda la eurozona los bancos venderán este unos 80.000 millones en activos improductivos.
¿Y qué tipo de inversores podrían estar interesados en estos activos? Como viene siendo costumbre, entre los potenciales compradores están los grandes fondos de inversión internacionales, como Blackstone, Cerberus, Lone Star, Oaktree o incluso entidades como Deutsche Bank o Goldman Sachs. Se trata, precisamente, de algunos de los actores más activos en el mercado inmobiliario doméstico durante los últimos años.
Los expertos siguen dotando de atractivo al ladrillo español y creen que las inversiones en el sector seguirán siendo elevadas, debido al interés por el ladrillo doméstico entre la comunidad inversora. Otro de los factores viene por las presiones al sector del Banco Central Europeo (BCE) para que suelte lastre inmobiliario.
Fuente: www.idealista.com