Al tratarse de una vivienda antigua, el precio de venta disminuye notablemente. Cuantos más cambios y reparaciones necesiten, mayor será la reducción del precio del inmueble. Antes de adquirirlo, deberás tener en cuenta el valor estimado de la reforma. De este modo, se comprobará si el gasto total invertido resulta rentable. Puntualizar que en las reformas, pueden aparecer imprevistos que aumenten el coste final, por lo que será conveniente estimar un margen de presupuesto.
En el mercado inmobiliario existen muchos más pisos de segunda mano que de nueva construcción. Si estás dispuesto a llevar a cabo una reforma, el abanico de inmuebles a la venta resulta considerablemente mucho más amplio. De este modo, podrás elegir con mayor precisión y autonomía la localización de tu nueva vivienda.
A la hora de elegir la zona, podrás tener en cuenta factores como:
- Las comunicaciones y el transporte público
- La proximidad a guarderías, colegios o institutos
- Supermercados
En algunas ocasiones, al realizar este tipo de reformas, se pueden solicitar ayudas a la administración de tu correspondiente provincia o comunidad. El porcentaje de las ayudas para la reforma de un inmueble se calcula en base a la eficiencia energética que proporcione su rehabilitación. Conviene de esta manera informarte, dependiendo de la localización de la vivienda y del plan de reforma que tengas, de las subvenciones disponibles por parte del Estado.
Hacer una reforma no solo implica poder elegir la decoración que más te represente, sino tener total libertad a la hora de diseñar una distribución que se ajuste a tus necesidades. De esta manera, podrás crear una vivienda diáfana y generar una mayor sensación de amplitud. Antes de tirar tabiques y paredes, se deberá valorar la estructura del edificio y sus instalaciones, por lo que, contactar con un profesional te ayudará a generar unos planos coherentes.
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