La subrogación de hipoteca es un tipo de novación. Es decir, una modificación sobre uno o varios de los factores relativos a la hipoteca que se firmó. Estas modificaciones de subrogación pueden afectar tanto al deudor como al acreedor.
Tipos de subrogación de hipoteca
Según a la parte a la que afecta la subrogación, esta puede ser de dos tipos:
Subrogación de hipoteca de deudor
En este caso, la modificación se produce entre el deudor (o los particulares). Por ejemplo, se produce cuando se cambia el titular de la hipoteca, lo que es bastante habitual en el caso de que se vaya a comprar una casa que ya está hipotecada. En esta situación, el banco puede admitir o no al nuevo deudor, para lo que previamente debe realizar un estudio de riesgos similar al que se lleva a cabo antes de conceder cualquier préstamo.
Subrogación de hipoteca de acreedor
Otra posibilidad de subrogación de hipoteca es la que se produce cuando se cambia el acreedor (el banco). Es decir, se cambia la hipoteca de un banco a otro. Gracias a esta modificación, el cliente puede obtener una mejora en las condiciones de su préstamo. Al igual que sucede en el caso anterior, cuando la subrogación afecta al acreedor, tampoco es necesario efectuar el pago de un nuevo impuesto y la respectiva comisión por la subrogación (este último gasto dependerá del banco).
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